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El cuerpo necesita descansar para recuperar sus fuerzas. La forma más eficaz de darle este descanso es dormir. Por lo tanto, es necesario dormir de 7 a 8 horas por noche. Cuando el cuerpo carece de sueño, las consecuencias son perjudiciales para la salud.
Riesgos de enfermedades cardiovasculares
El riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares es mayor en una persona con falta de sueño que en una persona con una cantidad de sueño normal. Según estudios recientes, la privación del sueño puede provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
La falta de sueño provoca la producción excesiva de ciertas moléculas responsables del deterioro del ADN de las células, que es el resultado del estrés oxidativo. También altera las respuestas inflamatorias. Estos diferentes trastornos están implicados en la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Dificultades de memoria y concentración
El sueño permite al cerebro descansar para asimilar otros aprendizajes o informaciones. Favorece la recuperación física y psicológica, así como las conexiones nerviosas responsables de la memoria. Pero la falta de sueño no predispone al cerebro a tener buena memoria.
Además, muchos accidentes de tráfico están causados por la somnolencia al volante. Cuando el cuerpo no ha descansado lo suficiente por la noche, no está muy activo durante el día. No es raro que el sueño se produzca en cualquier momento del día. Esto puede ocurrir mientras se trabaja o incluso mientras se conduce una máquina o un coche.
Aumento de peso
La falta de sueño provoca un trastorno hormonal. En efecto, disminuye la leptina, una hormona que induce la saciedad, y aumenta la grelina, una hormona que estimula el apetito. El resultado es que siempre se siente hambre y las ganas de comer o picar algo aparecen en cualquier momento.
También hay otras consecuencias de la falta de sueño como: diabetes, hipertensión arterial, irritabilidad, disminución de la función inmunitaria, depresión, etc.
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